domingo, 4 de agosto de 2013

¿Baronesas o Diosas? Mujeres, ustedes decidan



¿Y si te apareciera un Genio y te diera tres deseos, ahora, en este día conmigo, que desearías?
He vivido muchas experiencias en mi mundo. Un mundo donde la primera ley, es ¡hacer la Santa Gana!, que en términos más espirituales, sería cumplir el mandamiento Divino de la ¡Ley de ti mismo!, con la responsabilidad de la ¡Ley del Círculo! Una programación sistémica binaria neuronal de Sabiduría.
En mi mundo, creado por la imaginación y el conocimiento, reinan tres aromas que alteran los estados de conciencia: el aroma del amor, el aroma de la libertad y el aroma de la paz. Tres aromas que en ausencia de alguno de ellos, los otros dos no serían.
Y miro mi mundo y en él, habitan seres que esperan despertar y que espero que despierten, cuando sientan alguno de los aromas. Me levanto y soplo en mi ventana el elixir de cada aroma y al acostarme, sé que alguien despertó con alguno de ellos y que en su corazón, así como el oxígeno enciende el fuego, el aroma encendió la pasión por conquistar los restantes.
Camino por mi mundo y me encuentro a las diosas, en su mayoría dormidas, por un aroma raro, pestilente, parecido al humo que emiten los carros, las industrias, los aviones y todos los gases de efecto invernadero; tal vez, similar a aquel, que proviene del río Medellín o río Aburrá, cuando un industrial lo contamina sin pagar, de cara a conseguir el dinero suficiente para mantener a dichas diosas, a cambio de sus sonrisas, sus besos y caricias y una piel que marchita día a día, pero que mientras sea parecida a las diosas de la TV y las revistas de moda, vale la pena. Y ellas caminan presurosas, a integrarse a ese mundo paralelo al mío, donde deben pensar como varones o Barones, en memoria de aquellos que se ganaban estos títulos nobles, cuando prosperaban al lado del Rey, aunque éste fuera autoritario, promotor de la esclavitud y guerrero, con gusto por la sangre derramada por la violencia. Muchas de ellas, quieren obtener el título de Baronesa y en mis caminadas por mi mundo, se atraviesan alegres, buscando su Barón.
En mi mundo son siempre bienvenidas, pues el aroma del amor, la libertad y la paz, me lo indican. Además, mi mundo, aunque paralelo, admite la presencia de Barones y Baronesas, porque en ausencia de ellos y ellas, las almas de niños y niñas con cuerpos de Dioses y Diosas, no existirían.
“Todas las almas son eternas, solo las justas son inmortales” dicen en la película “Furia de Titanes”, aquella obra maestra del cine, que fui llevado por el aroma de mis tres fuentes de vida, para ayudarme a recordarlo. Por eso, las almas son niños y niñas, al fin de cuentas, son eternas e inocentes.
Quiero poblar mi mundo, de almas de niñas con cuerpos de Diosas y que la experiencia del juego inocente entre todos, niños y niñas, demuestre que tan justos, estamos siendo.
Pero me he encontrado que las potenciales Baronesas y aquellas que ya lo son, se han convertido en Barones, al fin de cuentas, uno crea lo que cree. Son mujeres que quieren todo o nada, y dejan poco para el intermedio.
Si yo fuera un Barón, tal vez, tendría mi Baronesa y de hecho la tuve, cuando así lo era. Cuando decidí dejarme llevar por el aroma del amor, la libertad y la paz, mi masculinidad se fue a pique para mi Baronesa y luego, para las demás candidatas. Ellas ya han aceptado en su interior, el machismo que tanto rechazan en su exterior, el del hombre proveedor que le da derechos en casa y esta paradoja o dicotomía, es solo el espejo, de la bipolaridad emocional, que cunde en las mujeres y por consiguiente, en los hombres, de los Barones y las Baronesas.
¿Un Barón detrás del aroma del amor? ¿Un Barón detrás del aroma de la libertad? ¿Un Barón detrás del aroma de la paz? El Rey lo rechazaría y de hecho, me rechazó y me bajaron de Barón a un simple loco, aunque algunos me ofrecieron, un papel similar, pero pagado por el erario público: el de bufón. Y así, como asesor, tendría algún valor en el Reino, aunque fuera al precio de la libertad. La responsabilidad con mis hijos, me hicieron dudar y entonces me llego de nuevo los aromas, y decidí que valía la pena, considerarme loco ante el Reino pero que el riesgo de que ellos pudieran vivir en mi mundo de amor, libertad y paz, valía la pena y que tal vez, los nietos de mis nietos, me lo confirmarían.
Así que decidí vivir solo en el Reino del Rey de los Barones y las Baronesas, pero yo sería Rey en mi propio mundo. Y todo Reino que se respete, debe tener una Reina, que bajo este panfleto, estoy buscando y añorando, y como la siento cerca, pues le envío mi S.O.S.
En mi Reino, la candidata a Reina debe considerar: o Baronesa en el Reino del Rey de los Barones, o Reina en el Reino de las almas de niños y niñas, pero con la conciencia de los Dioses y las Diosas.
¿Baronesas o Diosas, mujeres, ustedes decidan?
Diosas, serán odiosas para la Baronesas, pero la envidia es mejor despertarla, que sentirla. Entre el odio y la envidia, hay una mínima diferencia, que el aroma del amor, concilia.
En mi Reino, la Reina tendrá el mismo poder que el Rey, pero expresado en la diferencia que somos, entre mujeres y hombres. El Principio Masculino y el Principio Femenino, gobernarían la Nueva Tierra, nombre del que me he apropiado de las diferentes profecías, con el cual, quiero llamar a mi mundo.
La razón y la lógica, la voluntad y el deseo, unidas haciendo el amor, con el corazón y la mente, la creatividad y la intuición, y para la muestra una imagen: http://www.youtube.com/watch?v=A1KwKkh-03c
¿Sentiste el aroma del amor, la libertad y la paz? ¡Diosa!, cuando la sentí por primera vez, la locura de sus fragancias me ató, me aprisionó y no tendré paz absoluta, hasta que no llene los campos de esta Pachamama con sus aromas. ¡Estoy loco de verdad, en mi Santa Locura!, y quiero mostrarte mi mundo loco, pero opuesto, a la demencia del Reino de los Barones y las Baronesas.
¡Loco, sí!, la locura cura, y está descifrado en la programación neurolingüística de la misma palabra: lo – cura. ¡El poder de las palabras! Con ella, me sané de la demencia, era de – mente, la razón me tenía desquiciado hasta que llegó a mi vida, ¡el aroma del Amor!, y mi co – razón, salvo a mi razón.
En el Reino de la Nueva Tierra, la sangre de las Diosas, será la única sangre bendita que sane toda discordia humana, en resonancia con la Luna. Imagínate salir del Reino de las Baronesas, donde la sangre menstrual se recolecta en nodos energéticos, regados por el mundo entero, dispuestos en toallas higiénicas, arrojadas en basureros. ¡Qué violencia envuelve a la Humanidad, en esta red energética, donde cada basurero es un nodo que desprende la energía vital, de la sangre vital, de la dadora de la vida! Con razón, tanto cáncer de mama, de útero, de enfermedades tales como miomas, endometriosis, cólicos menstruales, migrañas, y demás molestias vaginales. Es el precio que pagan las mujeres por volverse Baronesas y que cada cual, o cada loco, o cada demente, con su locura o su demencia.
¿Qué hablar de los Barones y su cultura del coito? Realidad comprendida entre un espacio que es una vagina, que permite masturbarse en ella, en un tiempo en promedio, no superior a 4 minutos. Realidad que contrasta con el Reino de la Nueva Tierra, donde la magia sexual transmutará la violencia en amor y en donde cada falo, feligrés de la Iglesia Universal del Amor, visite a la Sacerdotisa en su Templo Sagrado, que es su vagina, y more en ella, en una eternidad de ternura, cariño y conciencia y así seamos todos salvos.
Mi locura me indica, que por fin la Humanidad se sanará y tendrá bienestar, a través del auto-cuidado, efecto del estado alterado de conciencia que produce el amor, la libertad y la paz. Así daremos vida, al símbolo del Caduceo que promueve el sistema de salud en el Reino de los Barones, que al aplicarlo en realidad, tumbaría el dinero que en dicho sistema abunda.
http://thumbs.dreamstime.com/z/caduceo-23486809.jpg
¡Alma de niña, cuerpo de Diosa! No te fijes en las formas sino en el fondo, y así podrás conocer a tu alma gemela y convivir con ella, en un Reino donde el Amor es libre, eterno e ilimitado; donde la libertad, te permite hacer realidad tus sueños; y en donde la paz y la justicia, se reflejaran en la cantidad de años que experimentemos en esta Nueva Tierra, tal y como en Furia de Titanes.
En mi mundo, Diosa Divina, extiendo mi mano y que sea una Hija tuya, digna de tu Reino y afín a mi Santa Locura y yo a la de ella, la que la agarre.
ALARAMON

MISIÓN

Facilitamos el aprendizaje de ser amorosos y tomar conciencia del poder de la energía sexual como la principal fuerza creadora, sabiéndola utilizar adecuadamente.