martes, 9 de diciembre de 2008

HACER EL AMOR

Lo natural es que a todos nos encante el sexo. Somos creados por la explosión jubilosa de semen en armonía con la gestación paciente del óvulo fecundado y el hecho de que esta forma sea la génesis de nuestra vida, indica la importancia vital que tiene la energía sexual en la creación.

El hombre es la manifestación física del principio universal masculino. La mujer es la manifestación física del principio universal femenino. Todos tenemos dentro de sí, estos dos principios y el armonizarlos es la esencia del Amor y su manifestación física es la la Vida misma.
Porqué no hay Amor? Hay muchísimas razones, nosotros vamos a exponer nuestra posición. Cuando creemos que el sexo es pecaminoso, adulteramos la esencia del Amor. Cuando sentimos culpa del placer que nos produce la sexualidad, tergiversamos el camino que conduce hacia la experiencia del Amor.

La mujer en la manifestación del principio femenino es receptora de la energía sexual masculina. El Amor es femenino y tiene el poder de transmutar dicha energía, en el intercambio amoroso de la energía femenina. El hombre con su paradigma de que la eyaculación es el éxtasis de su placer y el egoísmo producto de una cultura patriarcal, busca lo suyo y no permite el tiempo para que dicho intercambio energético se genere. La mujer queda frustrada y como receptora, se carga de la energía violenta del hombre y así se construye el desamor. En general, el sentimiento de culpa aprendido del sexo junto con su tabú y la aceptación pasiva de una cultura patriarcal, hace que la mujer no exija sus derechos de expresar su sexualidad y el hombre se contenta con su eyaculación y no accede a la experiencia de la energía amorosa femenina que nos regalan las mujeres, al ser amadas. Al final de cuentas, es la Humanidad la que pierde por completo viviendo una experiencia de vida poco amorosa, donde la lucha, el esfuerzo, el egoísmo y el temor, son la forma cotidiana para enfrentarla.

Tenemos que tomar Conciencia de que el sexo en la forma tradicional es una acción mecánica por parte del hombre dentro de una vágina. El hombre se masturba con una vágina y la mújer lo acepta, por acción u omisión.

Es un paradigma cultural de que la relación sexual se acabe con la eyaculación del hombre.

Las mujeres deberán amarsen a sí mismas y amar al hombre que las ame verdaderamente y eso significa, aquel que tiene la Conciencia de la dignidad que representa la mujer, el principio femenino, la complementariedad con su principio masculino, la importancia de facilitar la experiencia plena de la sexualidad femenina y el verdadero Amor que surje en el deleite amoroso de compartir dicha experiencia, a través de la comunicación, los abrazos, las caricias, el afecto, la ternura, los besos, la lúdica y todo el maravilloso momento de hacer el Amor con Amor.

Si el hombre y la mujer comprenden de que eyaculación no es sinónimo de éxtasis, el tema de la eyaculación pasa a segundo plano y encontrarán que la duración erectil y de la relación sexual es más larga, más plena, satisfactoria y el resultado es vivir la experiencia permanente del Amor.

La próstata es el centro primario de donde el hombre deriva su energía sexual y vitalidad. El cancer de prostata es el segundo con mayor incidencia después del de pulmón. La vitalidad que produce la Conciencia del prana que es el "soplo divino" y de la sexualidad como "energía creadora", nos darían longevidad con calidad de vida. Eyacular indiscriminadamente nos hace perder vitalidad y energía sexual creadora.

Necesitamos despertar a las diosas y que este planeta se llene de la magia y encanto del principio femenino. El Amor es la solución a todos los problemas y quién tiene el poder de transmutar el fuego arrasador del hombre, es la mujer con su energía sexual amorosa. Hombres, aprendamos a amar. Re-conozcamos nuestros cuerpos y sepamos la periodicidad de nuestra eyaculación, recobrando vitalidad y energía sexual que siendo transmutada por la mujer en Amor, nos permite ser verdaderos Hombres, amando a nuestras Mujeres y dándoles ejemplo a nuestras generaciones.

El verdadero orgasmo, es el placer de degustar con todo el tiempo, el estar en amoríos con una bella mujer. El verdadero poder es femenino y el ejemplo es el agua que es la vida, tiene el poder de ser conductor eléctrico y consumir el fuego.

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MISIÓN

Facilitamos el aprendizaje de ser amorosos y tomar conciencia del poder de la energía sexual como la principal fuerza creadora, sabiéndola utilizar adecuadamente.