viernes, 29 de marzo de 2013

EYACULACIÓN PRECOZ Y EL DESAMOR


SEGUNDA ENTREGA Texto extraido del libro 
"Haciendo el Amor" de Barry Long (Ediciones Gulaab) 
 
El principal problema en hacer el amor es la eyaculación precoz del
hombre. Y la mujer, como explicaré más tarde contribuye a esto
insospechadamente. La eyaculación precoz se debe a la emoción
causada por la excitación y anticipación por parte de ambos. Esta
emoción particularmente en el hombre está ahí tiempo antes de que
comience el juego amoroso o el acto físico.
 
En el hombre hay una continua excitación presexual, o un nivel de
agresión  incrementada de emoción, debido a su fantaseamiento
sexual normal u obsesión sexual. A través de la broma y de la
conversación sobre sexo con otro hombre, lecturas sobre sexo,
alusiones maliciosas al sexo en compañías mixtas, pensando en sexo,
mirando a mujeres en público y haciendo conexiones lujuriosas conscientes y habitualmente
inconscientes, el hombre mantiene relativamente alto su nivel de agresión básica o su emoción
sexual.
 
Si te imaginas a un hombre como un termómetro sexual normalmente estará registrando unos 25
grados de emoción sexual a causa de su obsesión sexual, mientras que la mujer está alrededor de
los 5 grados. La mujer es básicamente menos agresiva que el hombre porque ella no está
básicamente obsesionada con el sexo. Como consecuencia, fuera de sus numerosas fijaciones e
inhibiciones, el hombre está preparado para el sexo a  cualquier hora, mientras que la mujer no.
 
Para que ella quiera hacer el amor necesita que se aumente su temperatura
sexual básica. En el juego amoroso antes de unirse, el flirteo, manoseo, los
besos y las caricias de los pechos y genitales elevan la temperatura sexual
o la emoción por ambas partes. Esto, añadido al nivel normal elevado de
estimulación del hombre debido a su obsesión sexual, lo hace fantasear
mucho más intensamente que ella. Por tanto, de nuevo su temperatura
sexual se eleva a mucha mayor velocidad.
 
Para el momento en que está a punto de entrar en ella, el se está quemando
a noventa y nueve grados, y subiendo rápidamente con expectación e
impaciencia. Ella está en sus confortables y agradables setenta grados, y
también elevándose. A veces ella solo tiene que abrirle sus piernas: la
imagen fantástica final realizada y el eyacula, o su pene la toca o simplemente penetra los labios
de la vagina y se corre, o justo se las arregla para entrar en la vagina y en segundos su temperatura
sexual cae de un febril ciento y pico hasta cero mientras egoístamente eyacula en un estado de
frialdad y de desinteresada falta de deseos.
 
La mujer es amor, gracias a Dios. El amor es su verdadera naturaleza por debajo de toda emoción,
nociones y fijaciones. Si ella lo ama, o si ella sola ama, puede soportar la decepción sexual. La
mujer en todos los niveles representa a la madre, el verdadero arquetipo femenino, la madre tierra,
en la que todos nosotros nos deleitamos y encontramos nuestro placer, incluso si ella es solo una
botella de whisky hecha de granos de tierra y agua.
 
El hombre, tal como es ahora, es como un niño ante el amor sin fronteras de ella, la verdadera
mujer que toda mujer sabe que es, por debajo de sus neurosis. En su amor ella puede perdonarlo
por correrse, anulándole a ella su propio mecanismo de deseo, tomar su mundana inquietud
expresada en su orgasmo y acogerlo allí dentro de ella, amuchachado y nuevo en su breve
momento de paz.
 
Para la mujer, la satisfacción de su amor es tomar de él dentro de ella,
todo lo que él pueda dar, mientras en recompensa le ofrece cada
pedazo de ella misma en una entrega completa y dulce de amor.
Pero cuando el hombre se va prematuramente no la ama lo suficiente
para darse a ella por completo.  El no tuvo tiempo. Por tanto ella no
pudo darle todo el amor que ella tenía que dar. Al llegar él se fue, la
dejó. A causa de ello él es un poco menos hombre, ella es un poco
menos ella misma, y en contra de la escalada de la lucha racial entre
hombre y mujer para unirse están un poco más apartados.
 
La mujer cuando ama puede disolver en ella misma la mayoría de las frustraciones ocasionadas
por la eyaculación precoz del hombre. Así y todo, cualquier emoción residual de ello se vuelve una
parte del demonio que lo crucificará a él mañana. Pero su amor no puede compensar del todo la
necesidad insatisfecha de ser relevada de sus energías más finas, para expresar o descargar al
hombre en el acto de amor su belleza femenina intrínseca, la fragancia divina que se desarrolla
continuamente en cada mujer y que está detrás de toda necesidad del hombre de ella. El dolor de
tener que llevar esta carga innecesaria debido al descuido del hombre es el profundo agravio que
sostiene los arranques castigadores de cólera y la furia emocional del demonio.
 
Un hombre que llega prematuramente ha perdido temporalmente su poder de amar, se ha perdido
a sí mismo, por lo tanto no puede tomar la entrega completa de la mujer y por eso está sin la
auténtica autoridad. El lo sabe y se avergüenza de ello. La única autoridad válida que el hombre
puede tener sobre la mujer es a través del amor, y esa autoridad se la concederá ella cuando él le
demuestre suficiente amor para aceptarla y tomar su total entrega. ELLA PUEDE DAR SOLO LO
QUE EL PUEDE TOMAR.
 
La inventada autoridad física y económica del hombre sobre la mujer en el mundo durante los últimos miles de años ha sido parte del feo trabajo de "pagarla con ella" por la propia debilidad de él -la abdicación de su verdadera autoridad-. La trágica división entre ella y su amante continúa de generación en generación, por que el hombre se ha olvidado de sí mismo, ha olvidado como amar, y la mujer, que puede ser tan generosa y magnifica como auténticamente amorosa, no puede darse a sí misma, no puede alcanzar su satisfacción natural sin él.

1 comentario:

Rocco dijo...

La eyaculación precoz en una relación es predominantemente un problema de los hombres jóvenes, que aún no pueden controlar su sobreexcitación. Es un tipo de instinto de supervivencia inherente más que un desorden sexual. Sin embargo, si la eyaculación precoz persiste también después de que el joven haya acumulado suficiente experiencia sexual, debe ser tratada. La forma más natural de lidiar con la eyaculación precoz es aprender cómo controlar la excitación y la eyaculación cuando sea el momento adecuado. Esto se puede lograr a través de ejercicios específicos y técnicas de respiración. Una opción rápida para tratar la eyaculación precoz es con píldoras orales como Priligy. Priligy es la única píldora medicinal desarrollada específicamente para tratar la eyaculación precoz aprobada por las autoridades sanitarias en la Unión Europea desde 2009. Es un medicamento recetado y bastante costoso. Sin embargo, el paciente puede decidir comprar Priligy genérico mediante el cual se ahorra hasta un 75% en comparación con el medicamento original. Priligy genérico es totalmente bioequivalente con la medicación original y, por lo tanto, tiene los mismos efectos terapéuticos. Por lo general, es bien tolerado con interacciones mínimas de medicamentos y efectos adversos. Pídale a su médico que aprenda más.

MISIÓN

Facilitamos el aprendizaje de ser amorosos y tomar conciencia del poder de la energía sexual como la principal fuerza creadora, sabiéndola utilizar adecuadamente.